jueves, 19 de diciembre de 2013

Te extraña, ella.


Hoy no lleva maquillaje y va baastante sencilla, ligera como el viento y grácil como una flor. Ha cambiado en alguna extraña manera, su risa y su sonrisa son todo lo que necesita para sentirse hermosa, lleva un afán en secreto, pero aún eso no puede derribarla, segura de si misma,  viviendo de una manera imperceptible pero brindando más amor de lo que las personas suelen merecer, así es ella ahora.

Por las mañanas cuando el sol toca sus pestañas, luego de desperezarse y mirar a su vacío alrededor, te abraza en silencio y repite despacio "Te extraño", realmente lo siente en su piel recordando con fuerza la única vez que pudo abrazarle. Sonríe, sabe que aun en sueños, ese abrazo ha sido transportado por el cariño hasta allí donde ésta el indicado.

Por las tardes, en un café riéndose, sonrojándose y disfrutando, está ella brillante de alegría, de pronto alguien pasa, es parecido a él, su corazón brinca, el chico voltea y no, no es él, entonces suspira, vuelve a lo suyo y se repite para sí... "Te extraño".

Por las noches, cuando la oscuridad rodea su alrededor y alenta sus pasos, antes de dormir, agradece por ése día, piensa en todo lo bonito que ha sido y repite "Te he extrañado hoy también".

Ella está feliz con la sola presencia de él en su corazón, donde son felices. Ese cariño no se enfriará allí dentro, cada mañana, cada tarde y cada noche ella lo abraza, lo besa y lo ama un poco más.

Un secreto:

No la perderás jamás, siempre te amará, en el escondite de su corazón estás tú, 
como siempre y para siempre.

domingo, 8 de diciembre de 2013

Ésto fue lo que no pude decirte.

¡Vaya que es complicado iniciar un término!... Sentenciar la última página, el último verso; escribir el mismísimo Adiós. Por ello no lo hice, jamás lo dije; no me sale del corazón, y hablar con la razón en los sentimientos, para mi, 
es un fraude entero, una mentira vulgar.



No siento, no veo,
quizá es que no me lo creo.
No lloro, no murmuro,
éste corazón es tuyo.
No huyo, no caigo,
no hay un nuevo barranco.
No espero, no hablo,
que callar va para largo.
No sonrío, no río,
miro al sol y está frío,
como la calle,
como la acera,
como la canción de Nochebuena,
como la niña que espera,
con el frío en sus venas,
sus manos congeladas
y aún... ¡de exagerada!
se atreve a decir,
ella afirma sin duda
que éste frío salvaje,
el sol inundado,
¡El llanto asfixiado!,
eso y demás.

Dolor y pena se consumirán,
quizá mañana no sea,
pero en honor a la espera,
 una Estrella de Mayo vendrá.

Ahora
Toma lápiz y ésto transcribe,
tal y como se describe. 
No se la hora 
no puedo dar fecha... 
Pero pasará y cerrará la brecha. 

Se llenará de luz ésta calle,
colmada de flores veré la acera,
sonará dulce la Nochebuena,
y con sus manos llenas, no congeladas,
la niña esperanzada
con el amor en sus venas,
y aún... ¡de enamorada!

Te
sonreirá 
ella.