sábado, 30 de noviembre de 2013

Juro corazón, ésto es amor.

Nota como su cabello cubre su rostro, sus ojeras opacan sus ojos, sus ropas opacan su astucia, su lentitud su creatividad, y así en la medida de las cosas, su vida opaca su felicidad.
Pasa que ahora dibuja lágrimas, o recuerdos penetrantes, profundos, inconclusos; ahora la soledad acompaña las tardes, y la compañía vuelve desesperante el anhelo de la libertad de una alma encerrada, en el trato corto, en el abrazo a medias, en el beso prohibido, en el suspiro en un viento que no se respiró. Nada puede ser demostrado ahora, toda una gama de sentimientos y colores tan adentro, una sinfonía de acordes fuertes, de muertes de vuelos de mariposas que nunca vuelven a ser las mismas, palabras redundando en el mismo aspecto, negro, muchísimo negro aquí y allá, cubriendo sus ojos, sus pestañas y  lágrimas de media noche, su ventana, sus dibujos fríos, su cobertor contra el mundo, negro, pero no negro como la oscuridad, negro invisible, para darme a explicar.

Entonces, ¿qué ha pasado con lo sueños, lujurías, promesas y esperanzas?, ¿qué ha sido del luchar, que ahora es "guerra sin fin"?, ¿qué es, de las cuentas rotas y las malas pasadas, éste ser?.
Brota de sus articulaciones el baile, la poesía, las notas, las imágenes, los rostros, las caídas, las explosiones, las palabras.. es todo un volcán erupcionando.

No,es lo que parece, no, no es odio, rencor, avaricia, deseo, NO, no es malo, es bueno señor.. es sólo, es.. Es sólo mucho amor, amor acumulado, amor en pagarés, amor que quisiera darte, ya, de una maldita vez.

Groserías, impertinencias, dolor; todo por ocultar ésta cantidad de amor.

Y al final de cada baile, cada verso, monólogo o silencio; cae la paz, de haber lanzado al aire otro suspiro más, que espera llegar y adentrarse en la piel del ser amado causante de tanto llantén.
Susurrando historias de amor por los rincones, despedazando intenciones, ahora es hora de escribir nuevas historias, para cada día tener una razón de escribir, una que no sea para ti. Vivo por ti, pero debo ignorar ese hecho por lo menos por éste trecho donde no estás tú.