Escribir es lo que queda, luego de tanto pensar, de confundirme.
Escribir para agradecer a quién entre tantas aguas turbias es un río transparente y claro, que ayuda a estas ideas calmar y que yo pueda centrarme en lo real mientras dejo lo ficticio volar.
Es molesto creer, que cuando te decides, vienen a confundirte, y cuando no te decides, te regalan consejos confusos, que al final lo que terminan diciéndote: Es tu decisión.
Se que lo es, y ya la tomé.. Indispuesta a ser lastimada ésta vez, no más lágrimas en desvelo, no mas rodillas al suelo rogando como idiota consuelo.
Vienen y van pensamientos, quisiera ahuyentarlos, echarlos de mi mente, no son bienvenidos recuerdos.
Me despido melancolía, juro que fue buena su compañía, dejó la mas dulce poesía que aunque llena de tristeza, resalta en belleza.
Adiós melancolía, hoy puedes ir a tocar otra puerta, esta se cerró para ti, la felicidad ya vino y trajo su mudanza.
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