Cuando me invitaste a a la academia, y estaba muy intimidada, me acuerdo que bailaste y brotó de ti, como si hubiese estado contenida, una sonrisa espectacularmente hermosa, la verdad quedé más que prendada a ti, y cada vez que te veo sonreír, me enamora un poco más. ¿Te ha sonado ésto un poco superficial?, espero que no, lo digo porque en esa sonrisa se te nota la sencillez, la soltura, tu amabilidad, esa incomparable gracia que tienes para hacer parecer todo simple; como si sonreír así de lindo fuera cuestión de hacerlo y ya está.
Ahora, cambiando de tema, me emocionan mucho los cumpleaños y los aniversarios porque puedes mirar atrás y decir, ¡oh, mira cuanto cambia en un año! y quería felicitarte a mi manera, sin decir lo de siempre.
Quiero recordarte cómo eres bondadoso sin límite, la verdad me enternece el corazón la preocupación que puedes tomar por un ser querido; tienes miedos, mi amor, y creo que se resumen en ver lastimado a alguien a quién aprecias ver feliz.
Me alegra mucho tu forma de ser, me hace un poquito más abierta al mundo, aunque mas recatada en muchas formas. Te gusta la formalidad, aunque no lo parezca, y eres muy gracioso cuando te apegas a todas las reglas y de pronto rompes unas mil. Eres muy sencillo en la manera de actuar, y transparente, dejas ver aquello que ofreces al mundo sin ninguna pena, siempre que sea lo correcto.
Aunque me consta lo complejo que puedes resultar cuando tienes en frente un gato encerrado, una de esas marañas de mentiras en que algunos nos solíamos enredar.
Si tuviera que describir el sentimiento que me nace al escribirte esto, es amor en su forma más simple, ¡Aprecio!, y es que antes de gustarme, aprendí a apreciarte, con cada uno de tus detalles y tropiezos, y a ver como joyas tus más incómodos secretos. Y si te tuviera enfrente otra vez, tomándome la mano y sonriendo antes de bailar, te hubiese elegido, y en cualquier otra situación; por que fue tu iniciativa penosa lo que me intrigo tanto de ti y me hizo querer conocerte, como quién se enamora de un bosque y no quiere pararlo de recorrer.
El amor que siempre tratas de expresarme me ha hecho llorar muchas veces de felicidad, apenas conocía yo eso, y quizá no sea lo más conveniente llorar cuando estás contento, pero cuando pronuncias un Te amo o me besas discreto, siento la sinceridad de tu amor en ese acto y es tan puro y bello, que...¿que podría decir yo al respecto?
Lo único que se me ocurre es Maravilloso, todo lo que siento contigo es simplemente eso.
No te puedo negar, que a veces mis indolencias de apresurada me hacen acometer en contra tuya y reclamarte hasta por la cosa más insignificante, no siempre mido el peso de mis palabras, ni lo brusco de mi andar, pero mi último pensamiento antes de irme a soñar, eres tú, sonriendome, tómandome de la mano y llevándome siempre contigo.
A donde hayas de ir, cuenta conmigo, aún cansada, aún si no es de mariposas y flores el camino, espero que éste sea uno de esos cumpleaños que recuerdes con cariño.