¿Y si te deleitara mi voz y pudieras oír mis cuentos hasta entrada la madrugada?
Quizá no precisamente eso dejaría una sonrisa de porcelana inmóvil y fresca en mi rostro, por esta noche, así como muchas otras antes y las que vendrán, preferiría tener mi brazo cruzando tu pecho y que me abrazaras suave pero firme y de forma dulce, que cuando te quedes dormido forme ese candado que me atrapa entre tus brazos. Aunque no espero sentirlo en realidad, pues quisiera dejarme llevar por la sensación del tacto de mi piel interactuando con la tuya, por tu olor y por el amor que me invade en esos abrazos dormilones.
Esta noche parece que no tengo mil historias ordenadas que contar, más mis brazos siempre te saben abrazar.
Entre mis sábanas y la comodidad sólo deseo dormirme en tus brazos una vez más.
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