jueves, 8 de noviembre de 2012

Sátira de un esbozo imaginario.

Me imaginé la escena...
-.Tu recorriendo todo el bulevar con gritos y alardes haciéndome quedar mal tanto fuera posible a tu alcance, haciendo levantar mis muros pintados de azul, intentando esconderme, acorralarme a amarte por la decepción tuya de hacer que me marchara y haberme perdido, buscando realmente, mi estancia por siempre, y tu intransigente a aceptar tiras flechas a matar.
Pasa un rato  y en el silencio mi imaginación da una vuelta a la situación.
-.Mi luz, inunda los muros entre azul y gris que caen, y yo, camino y en el iris de unos ojos de ese, mi color favorito, vi como se perdía mi resignación a tu recuerdo, ya las canciones que escuchaba en tu nombre, ahora son melodías sin historias para contar...

Todo da vueltas, lo imaginado ahoga y casi empiezo a hablarte sobre él, otra vez, pero me dices preciosa, río imaginándome como una perla, pues solo ellas son preciosas, tan estimadas y valoradas, me hace gracia el absurdo razonamiento y cuando caigo en cuenta ya mi imaginación no está despierta, se ha dormido soñando una perfecta cena en Paris, lejos, muy lejos de aquí, y concluyo en que tropecé para terminar en el Camino a la Felicidad.

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