viernes, 11 de mayo de 2012

En casa siempre son las cuatro con un cuarto.

Se detuvo el tiempo, el reloj se fue de viaje, los minutos durmiendo están, los días ya en invernación creo que dormitando van.. Suponiendo que era sólo mi imaginación no le preste atención a la cuestión, mas cuando los meses tan lento pasaban me preocupé por lo que estaba ocurriendo, me detuve a pensar una razón para que ya el tiempo no pasara, descubrí que el tiempo va igual que siempre allá afuera, que es a mi a quien los minutos le duran meses, mientras discutía los porqué vino tu recuerdo a mi mente y sólo vi como se detuvo en ese instante el tiempo, descubrí que es aquí y por mi que le da pereza al tiempo, pues siempre estoy pensando en ti.

Y es así como tuve que aceptar que viviré con el tiempo en suspenso mientras todo me recuerde a ti, no hay forma de que no estés presente, de que no te tenga dentro de mi mente, más no me molesta.. Ojalá el reloj jamás vuelva y el invierno dure para siempre en la villa del tiempo. Sólo ven conmigo, detiene el momento, vivamos un cuento, como hasta hoy lo ha sido, perfecto ha sido vivirlo y más contigo.

Mientras le doy rienda suelta a las palabras van surcando en mi mente tantos recuerdos, creo que dañé el reloj nuevo con tantos ratos en los que lo detengo, buscaré uno nuevo, creo que el octavo de la semana desde que el mio protestando fue a vacacionar, si el relojero no me dice otra vez que esos pobres relojes no quieren ir a morir a casa; no es mi culpa, no del todo, ni es tuya tampoco. Mejor intento dormir un rato, supongo que soñando las agujas del reloj no quedarán detenidas en el espacio, pero.. que más da te seguiré amando aunque en casa sean siempre las cuatro con un cuarto.

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