En los matices de cada pequeño momento empiezo a apreciar como el amor podría ser nada más que sentir.
Quisiera ahora enumerar uno a uno los sentidos, dando por ejemplo los mas dulces recuerdos, que como melodías me acompañan de fondo en las largas noches de tanto filosofar.
Mi favorito, ver. Enumerar con mis ojos cada detalle precioso de la persona más grata y dulce del mundo, amar podría ser simplemente hacer mucho contacto visual y estar cómodo en el fondo de sus ojos, querer quedarse ahí una eternidad. También valen esos momentos en que ver se convierte en sonreír, en que ver se transforma en paz, armonía, serenidad y belleza. Ver sus pasos largos hasta la puerta de mi casa, me estremecen con la paz más inusual y nerviosa del mundo. Ver sus sonrisas detiene la luz de todo su alrededor para concentrarse en lo brillante de su semblante y la hermosura de esa mueca que aparece natural.
Placer del mundo, oír. Las voces pueden reconfortarte aún si las palabras son discordantes, aún si no saben que decir y te hacen reír, aún así, hay una melodiosa voz que te hace sentir sentada en un sofá sin menor preocupación, que te hace sentir en un hogar puro y único. Te puede hacer entender en un segundo cuan fácil se estremece el corazón cuando un ser querido suena simplemente decaído.
Uno personal, oler. Un olor atrae tantos recuerdos como una foto vieja, más un olor puede atraer situaciones distintas, miles de momentos conglomerados en un mismo segundo. Nada mas inocentemente lindo que quedarse en blanco en medio de un sitio lleno de personas y reconocer un olor, un aroma que te da comodidad, que quieres salir corriendo a buscar una vez lo percibes, que extrañamente te toma por sorpresa y te roba una sonrisa amena.
El gusto, sin mucho alarde. No sólo incluye que un beso no se parece en un "triz" a otro, podría ser una buena comida que significo un buen ambiente, que atrajo buenas palabras, que significó un día grandioso, que quedó para la historia. También se traduce a recordar la emoción de un beso robado, la pasión de un beso a escondidas y la dulzura de un beso de cariño.
"Curioso, esto es muy curioso...", hablo del tacto. Porque me encanta deslizar la yema de mis dedos en sus mejillas, en su cuello cosquilludo, delineando su nariz y sus cejas pobladas y perfectas. Es un placer sentir un abrazo, el toque de un beso, la firmeza de las manos entrelazadas, ese revuelo de decisión al tomarme la cintura... Son momentos que percibo mejor a ojos cerrados. Creo que el amor se define mejor con el tacto, con el más innato de los sentires. Con la placentera sensación que és sentirle cerca.
Pero no ignoro que el amor se conserva pensando, comprendiendo, mejorando y aceptando que muchas veces el oído ignora, el tacto confunde, la vista juega bromas y que mi nariz suele ser inútil❤
Es recordarle como fuerza en ese momento difícil, es pensarle cuando ves su banda, su canción, esa comida especial, el dulce favorito o su color preferido. Es recordar todas esas cosas también, es olvidarlas e intentar conseguir la información también.
Es luchar, es fomentar, es creer y sofocar lo incierto del egoísmo que a veces conlleva. Es, a fin de cuentas, amarte y dejarme amar.